El PSOE ha defendido ante la Comisión de Economía del Congreso una iniciativa para articular un plan de financiación bancaria que primer a las entidades que concedan más crédito a las familias y a las empresas, particularmente a las pymes.
Según consta en la iniciativa, que recoge Europa Press, el principal «cuello de botella» de la economía española es la falta de crédito y el endurecimiento de las condiciones de acceso al mismo, lo que está provocando la «destrucción masiva del tejido empresarial, limitando la puesta en marcha de nuevos proyectos» y dejando «excluidas de los canales de crédito» a la mayor parte de las pymes, lo que conlleva un incremento de la morosidad.
Por eso, hacen falta mecanismos para fomentar el acceso a la financiación del sector empresarial, particularmente de las pequeñas y medianas empresas, a través tanto de las vías bancarias como de vías alternativas.
En concreto, se plantea que el Banco de España, en coordinación con el Banco Central Europeo (BCE), ponga en marcha un programa de Financiación por Préstamos para incentivar a las entidades financieras a otorgar créditos a empresas no financieras a través de una reducción en sus costes de financiación.
Así, se sugiere que este programa financie el crecimiento del crédito neto de las entidades financieras que podrían «utilizar el colateral de este nuevo crédito a la economía real». Eso sí, el acceso a esta financiación «en condiciones privilegiadas» estaría supeditado al volumen de crédito concedido por las entidades a las pymes.
«El coste sería menor para las entidades financieras que mantengan o aumenten su crédito concedido», precisa el PSOE, apostillando que las entidades financieras no tendrían que computar estos préstamos en su balance, sino que tendrían la posibilidad de sustituirlos por títulos públicos «con mayores garantías».
Para hacer un reconocimiento público a las entidades que «mayores esfuerzos» realicen para facilitar la financiación a las pymes a través se establecerían incentivos como, por ejemplo, con el acceso a las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
El programa estaría en vigor durante un tiempo determinado fijado por la autoridad bancaria «en función de objetivos reales», y se podría mantener «hasta que se recupere la actividad económica». Así, los incentivos serían crecientes «en función de la distancia a los objetivos perseguidos, y disminuirían según se acerque su cumplimiento.
También se sugiere fomentar el crédito bancario mediante programas de garantías a través de sociedades de garantía recíproca (SGR), de tal manera que «se garantice que los créditos lleguen a micro, pequeñas y medianas empresas), así como instrumentar líneas específicas para pymes del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
En la proposición los socialistas incluyen otras propuestas para incrementar el volumen de crédito disponible y reducir la fuerte dependencia de la financiación bancaria, utilizando para ello el capital riesgo, los «business angels», el capital semilla o los préstamos participativos.
Con respecto al ICO, se pide reforzar su papel en el mercado financiero y ampliar las líneas para empresas de reciente creación de sectores con perspectivas altas, para empresas establecidas con dificultades para recapitalizarse, o de descuento de facturas pendientes de pago por parte de la administración pública.
En este mismo sentido, proponen disminuir la morosidad mediante la puesta en marcha de procedimientos de reclamación simplificados para deudas de bajo importe, el cumplimiento de la normativa europea y nacional, y la posibilidad de que las empresas puedan compensar a través de una única cuenta con la administración pública los pagos y cobros pendientes reconocidos.