La contracción económica y la nueva reforma del sector financiero que obliga a elevar las provisiones para cubrir las pérdidas de la cartera inmobiliaria debilitarán el crédito en 2012, según el último informe mensual de La Caixa recogido por Europa Press.
En concreto, la entidad explica que el menor pulso de la actividad económica y el consecuente deterioro del mercado laboral reducirán la demanda solvente de crédito a lo largo del año, mientras que la ratio de morosidad presionará al alza.
De esta forma, la caja presidida por Isidro Fainé contradice algunos de los argumentos utilizados por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, para defender la reforma aprobada el pasado 3 de febrero. El Gobierno considera que las provisiones y capital extra exigidos a las entidades dotarán de mayor confianza al sistema y ésta se verá reflejada en la concesión de préstamos.
La Caixa, en cambio, estima que el crédito inmobiliario se perfila como el principal responsable de este aumento de la morosidad, dado que este componente representaba el 22,8% del crédito total el pasado mes de septiembre. «No es de extrañar que el riesgo inmobiliario sea considerado la principal amenaza para la solvencia del sector bancario español«, señala la entidad.
En cuanto al aumento de las provisiones, señala que la medida puede fortalecer la solvencia del sector bancario español a largo plazo sin requerir una importante intervención de la Administración pública.
Sin embargo, advierte de que unas condiciones «excesivamente estrictas» también pueden afectar a la capacidad crediticia de las entidades, ya que es probable que las que tienen un peso mayor de activos inmobiliarios en sus balances tengan dificultades para ampliar sus provisiones. «Esto podría impulsar un nuevo proceso de reestructuración del sector bancario», señala.
El PIB caerá un 1% y el paro escalará al 24,1%
Por otro lado, La Caixa analiza el entorno macroeconómico y adelanta que el PIB caerá un 1% este año y que el paro llegará al 24,1%. Además, cree que el déficit cerrará el ejercicio en el 5,5%, ya que para cumplir con el 4,4% el Gobierno tendría que llevar a cabo un ajuste de unos 40.000 millones que implica «medidas de calado» en los Presupuestos.
De hecho, cree que estas medidas pueden tener efectos «contraproducentes» con un impacto «claramente negativo» sobre el PIB a corto plazo, aunque admite que pueden tener un efecto positivo en el crecimiento a medio y largo plazo tanto por la mejora de la credibilidad como por el hecho de que una economía saneada está mejor capacitada para emprender proyectos de envergadura.
En cualquier caso, señala que la recesión en que está entrando la economía española es fruto, sobre todo, de la elevada incertidumbre política y no de los problemas estructurales de la economía, aunque estos existen y hacen necesario que se tomen medidas para relanzar el crecimiento a medio plazo.