Las entidades financieras arrastran una cartera de crédito de 445.000 millones de euros con promotores y constructores, de los cuales más de un tercio, unos 165.500 millones de euros, puede ser considerado «crédito problemático», según el Informe ‘ancos, Cajas y Sector Inmobiliario realizado por el catedrático de Esade Xavier Mena.
Según el estudio, los bancos y las cajas, que sólo tienen declarados fallidos 4.000 millones de euros, han protagonizado «una huida hacia adelante», aplazando el reconocimiento de estas pérdidas latentes mediante fórmulas como la refinanciación de las inmobiliarias, embargos y adjudicaciones a precios muy bajos, aceptando daciones en pago o sustituyendo el crédito por acciones de las inmobiliarias.