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Hipoteca con carencia o con un diferencial bajo

darselamanoContar con un diferencial bajo en la hipoteca es el objetivo de la mayoría de las personas que se encuentran buscando financiación para comprar una vivienda. Sin embargo, el interés no lo es todo, existen otras condiciones que pueden hacer mejor una hipoteca como la vinculación, las comisiones, el plazo, o la carencia, una ventaja que no todos los préstamos hipotecarios incluyen y que sin embargo puede ser de gran ayuda.

La carencia de la hipoteca permite dejar de pagar una parte de la cuota de la hipoteca, o la totalidad de la cuota durante un período de tiempo determinado. Por lo tanto si la hipoteca incluye esta ventaja, el hipotecado podrá hacer disfrutarla sin tener que negociarla con el banco.

La carencia total o parcial es un recurso que puede ser de gran ayuda si estamos atravesando un problema de liquidez puntual, ya que de esta forma dejaremos de pagar la hipoteca o reduciremos la cuota, durante un periodo de tiempo, que suele ser como máximo de 3 años.

Otra circunstancia en la que se agradece contar con carencia hipotecaria por contrato es al  inicio de la hipoteca. Algunas entidades como Laboral kutxa ofrecen un periodo inicial de 12 meses de carencia. De esta forma, el primer año podremos afrontar otros pagos como la compra de muebles o electrodomésticos.

Sin embargo la carencia hipotecaria tiene varios inconvenientes: aumenta el plazo y el importe final del préstamo hipotecario. Si solicitamos una hipoteca parcial solo pagaremos la parte proporcional de la cuota destinada a intereses, pero no amortizaremos capital, por lo que cuando acabe la carencia, seguiremos debiendo el mismo capital.

Tener una hipoteca con carencia es una muy buena opción, pero según el comparador financiero HelpMyCash.com, antes de fijarnos en la carencia, es mejor negociar una hipoteca con un diferencial bajo, porque al fin y al cabo la carencia es un recurso eventual y el interés de la hipoteca influye mensualmente en la cuota.

Por lo tanto, la mejor opción es conseguir una hipoteca con un bajo diferencial, y si es posible que cuente también con carencia. En el mercado actual existen hipotecas que combinan las dos variantes.

 

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